El movimiento en los seres humanos es vitalidad. Desde la gestación inicia con actividades reflejas realizadas
al azar controladas a nivel subcortical,
y van avanzando hacia patrones de movimiento cada vez más complejos que
son coordinados por los centros nervioso superiores del celebro ( Wickstrom,
1990). De esta manera, en la infancia los individuos adquieren patrones
manipulativos y locomotores sencillos a los cuales se van incorporando
diversas habilidades básicas.,
Un ejemplo de ello, es la marcha, que involucra un conjunto de acciones consecutivas con una estructura compleja, y se convierte en un movimiento completamente automático que posteriormente va
a
integrarse en muchas otras acciones de orden superior.
Castañer (2006),
conceptualiza la motricidad como toda expresión de la dimensión corporal
humana de carácter cinético,
simbólico y cognitivo. Siendo un motor para todo tipo de aprendizaje, ya que las conductas motrices son in
dispensables en la capacidad dela plasticidad y de ductilidad motriz en cualquier etapa
del proceso evolutivo del individuo, conociendo que la motricidad y la inteligencia se redu
cen o amplían correspondientemente .
A nivel cerebral se han identificado algunas áreas específicas que se encuentran altamente relacionadas con la motricidad.
Gallahue (1987),
es uno de los autores
que describe las
fases del desarrollo
psicomotor, el
cual se refiere al logro de movimiento con control y eficiencia en el espacio gracias
al aumento de las habilidades físicas y motrices este autor señala que las habilidades motrices
corresponden al nivel
de capacidad operativa
del niño en el ambiente, en
términos de facilidad y eficiencia . Dichas habilidades se facilitan por medio de variedad de juegos y deportes, y Gallahue
las divide en tres categorías: estabilidad, locomoción y manipulación.
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